martes, 20 de mayo de 2008

Un Bebé nuevo, trabajos abandonados y botones sucios

En estos dias han pasado cosas... como todos los dias, pero estas cosas son de las que no pasan todos los dias.

Bueno, para empezar, ayer nació una sobrina de Rubén.
Fuimos al hospital a ver la niña.
Volvimos a casa andando desde la otra punta de Madrid.
Andar tanto me horroriza, pero es de esas cosas que cuando las estoy haciendo pienso que me encanta hacerlas. Con lo cual, ayer, llegué a la conclusión de que andar me encanta, pero odio pensar en hacerlo.

Ir al gimnasio me gusta también más que pensar en que tengo que ir.
También ir al cine, y leer, me gusta más hacerlo que pensarlo.
En resumen, hacer cosas me gusta más que pensar.
Aunque siempre pienso más de lo que hago... grave error, será pereza.

Me gusta pasear por barrios buenos, grandes avenidas y no mucha gente.
Me gustan las ciudades europeas.
Y me gusta pensar que voy a vivir en una de esas casas del siglo pasado con muchas paredes y muy altas para poner muchos cuadros.
Deseaba que hubiese alguna tienda abierta para comprar algo, me pensaba que estaba en otro país.

Los hospitales, no me horrorizan pero cuando salgo de uno, pienso que estoy lleno de bacterias, de virus, y me siento muy sucio. Paso hasta miedo.
Si hay algo de los hospitales que no soporto, son los ascensores, y en especial los botones del ascensor. Están sucios y son lo más manoseado del hospital, además de los pomos de las puertas.
Otra cosa que me da mucho asco, son las teclas de los acordeones que toca la gente en el metro. Están muy manoseadas, sucias y desgastadas, pero esto no tiene nada que ver.
Es preocupante pensar que el primer sitio que visitas cuando vienes al mundo es un hospital, y cuando vas a salir de él por primera vez, te montan en ascensor, y probablemente tu madre toque un botón o una puerta, y luego te toque la cara.
Deberíamos nacer en el campo.
La niña nacida, Julia, es muy... ¿pequeña?
Nunca he sabido qué decir de un bebé, y menos delante de la madre.
Si fuera sincero diría ¡qué raros son!... o "luego se ponen más guapos".
Los bebés que tienen horas, son todos raros.
Al final siempre digo: "que graciosa"...
Espero que esta niña me quiera mucho, haré todo lo posible. Además, va a ser muy guapa y muy lista! no??

La semana pasada, Rubén se dejó el trabajo en el que está desde hace 10 años.
Aleluya!!!
Ha sido una larga tarea la de convencerle. 10 años.
Me da mucha rabia que la gente trabaje en cosas que yo no trabajaría.
Es más, no me gusta que la gente trabaje. Me gusta que la gente que quiero esté siempre cerca de mí.

Rubén y Luisjo siempre dicen que yo tengo un amigo-del-momento cada cierto tiempo.
Me gustaría tener mucho dinero para dar trabajo a la gente que me cae bien, pero que no tuvieran que trabajar, que estuvieran todo el día conmigo, y cuando me cansara de ellos o cuando no nos lleváramos tan bien, los despediría y cobrarían el paro. Así todos contentos.

Este fin de semana, fue largo, las fiestas de San Isidro.
Creo que tengo una enfermedad...
Cuando nos vamos al pueblo los fines de semana, cargamos el coche con todo tipo de cosas que pensamos que vamos a necesitar. Pienso que si no me llevo algo lo voy a necesitar, y no voy a ser feliz. Y cuando vamos en coche, pienso que me dejo algo, y me pongo nervioso. Al final nunca utilizamos nada.
Esto tiene que ser una enfermedad, y seguro que tiene un nombre, un sindrome de algo...

En el jardín nos hicimos unas fotos nuevas de los tres, porque las que tenemos en la página de Rubenimichi son muy antiguas...
Nos quedaron muy mal todas la fotos... pero bueno, alguna sirve...

2 comentarios:

beatus_ille dijo...

Enhorabuena por la sobrinita!! Un bonito nombre, me gusta, tiene fuerza.

Un beso michi!!!

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Parecéis sacados de otro mundo. Me gusta veros juntos. Y felicidades por vuestra sobrina. Un abrazo. Me voy a Valencia a la comunión del sobrinito de S.